La ilusión de la familia y la gratuidad en el hogar

 

La familia es ese lugar en donde se nos ama por existir y no por lo que somos, ese es el primer punto de la gratuidad, no se nos exige para amarnos mas sino porque el amor nos hace capaces de ver mas alla de los defectos de la persona, encontrar esas cualidades que podrian ser mas explotadas, confiamos en las capacidades de la persona, en este caso no solo de los niños sino tambien de la pareja, de los hermanos, o los padres.

En la familia se le anima a la persona a crecer y sacar lo mejor de si mismo, de una manera gratuita, no porque se saque provecho de ello, sino porque se le desea lo mejor, se le desea felicidad. La ilusion por la familia, por su educacion, viene dada porque se centra en la persona y no en los objetivos. “¿Qué otra referencia más excelsa que la dignidad y posibilidades que ofrece la persona?” (Lazaro, 2009)

En la familia es el mejor lugar donde se experimenta lo que dice el famoso lema de Rotary International  “el dar de si antes de pensar en si”  (Sheldon & Arthur) y es que eso solo es posible por el amor, el amor gratuito, el amor de donacion.

Los hijos hacen cosas por los padres sin esperar mas que el reconocimiento de haber hecho lo correcto, los padres cumplen su mision y aspiran a ver al hijo crecer en virtudes. Pero es que tambien los abuelos ayudan de manera desinteresada a los hijos en el cuidado de los nietos, los nietos se nutren gratuitamente de los abuelos, de su sabiduria, de su amor y sus mimos. No se pueden cosificar esas relaciones porque se les resta valor moral. No se le paga a los abuelos, aunque se les pueda ayudar economicamente, no se compra el afecto y la benevolencia, no se compra el cariño y la solidaridad. Todos sentimientos y valores presentes hasta en las familias mas conflictivas.

            “En una sociedad en la que todo debe ser rentable, los testigos de la “gratuidad” del amor se vuelven de una urgente y vital actualidad y diríamos que necesidad. El cantante callejero, el vagabundo y mendicante, el comprometido con los no‐rentables, los niños que no tienen nada, el enfermo..., son hoy tan necesarios como el ingeniero de informática, el investigador, el médico o el artista. (Yubero, 2015)